Fotografiando la ex-carcel de Valparaiso.
Gracias a las gestiones realizadas por nuestros directores Teodoro Schmith y Eduardo Labbe, fuimos autorizados para realizar una exclusiva visita a la ex-carcel de Valparaiso.
Nos recibió y guió durante todo este encuentro, don Raul Guzmán Alias Papito. Quien es un ex-presidiario que permanecio por algún período en esa carcel.
Pudimos conocer los pabellones los cuales no están abiertos al público. La experiencia fué impactante, se podía respirar y sentir un ambiente duro, pesado y triste.
Celdas estrechas que albergaban a 6 o más reos, con sus puertas gastadas y dañadas por el continuo suplicar de la libertad.
Muros con fotografias y recortes de periódicos y revistas, textos escritos por los propios reos, aludiendo sus deseos de libertad.
Grandes y pesadas rejas de fierro de grueso calibre y todo un abandono hacen de este lugar un tema de reflexión.
Luego fuimos para un rico y variado almuerzo a orillas del mar. Todo esto acompañado con el infaltable pisco sour de algunos un expléndido día de sol y algunas nubes blancas de formas caprichosas en el horizonte.
Fué un viaje redondo no hay nada que lamentar, cumplió y sobrepasó las espectativas de los socios.
Estamos felices que el club sea capaz de conseguir estos permisos y preparar todo el programa para lograr cosas como estas. Son los beneficios de estar en este Club.
No dejen de asistir a estos eventos y torneos y no dejen de pagar sus cuotas sociales, de manera de poder seguir a pie firme con nuestro querido Club.
Gracias a las gestiones realizadas por nuestros directores Teodoro Schmith y Eduardo Labbe, fuimos autorizados para realizar una exclusiva visita a la ex-carcel de Valparaiso.
Nos recibió y guió durante todo este encuentro, don Raul Guzmán Alias Papito. Quien es un ex-presidiario que permanecio por algún período en esa carcel.
Pudimos conocer los pabellones los cuales no están abiertos al público. La experiencia fué impactante, se podía respirar y sentir un ambiente duro, pesado y triste.
Celdas estrechas que albergaban a 6 o más reos, con sus puertas gastadas y dañadas por el continuo suplicar de la libertad.
Muros con fotografias y recortes de periódicos y revistas, textos escritos por los propios reos, aludiendo sus deseos de libertad.
Grandes y pesadas rejas de fierro de grueso calibre y todo un abandono hacen de este lugar un tema de reflexión.
Luego fuimos para un rico y variado almuerzo a orillas del mar. Todo esto acompañado con el infaltable pisco sour de algunos un expléndido día de sol y algunas nubes blancas de formas caprichosas en el horizonte.
Fué un viaje redondo no hay nada que lamentar, cumplió y sobrepasó las espectativas de los socios.
Estamos felices que el club sea capaz de conseguir estos permisos y preparar todo el programa para lograr cosas como estas. Son los beneficios de estar en este Club.
No dejen de asistir a estos eventos y torneos y no dejen de pagar sus cuotas sociales, de manera de poder seguir a pie firme con nuestro querido Club.
realmente fue espectacular el día, entre la carcel y el paseo por Valparaiso fue una salida innolvidable.
ResponderEliminarGuillermo, te felicito por tu texto, muy inspirado.
Cristián